Efectivamente amigos, este mes de septiembre se cierra en La Sisquella con una benefactora lluvia acumulada de 30 litros por metro cuadrado, salvándose así la cosecha de olivas, que estaban más amojamadas que la momia de Seti I. La lluvia de septiembre, caída plácidamente, ha hinchado las aceitunas y las gónadas de ciertas criaturas, y contrasta con el inicio del mes de octubre, que ya adelantamos ahora que viene calentito y con una lluvia de hostias por todo lo alto. A resguardarse, que el agua del mar Mediterráneo registra las temperaturas más altas de los últimos 45 años...no me extraña...
I fins aquí, Lo Temps.
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