domingo, 22 de octubre de 2017

LOS BOMBEROS

Un hallazgo de esta índole no acontece todos los días. Y claro, se disparan las alarmas.
En una zona donde la Guerra Civil dejó muchas huellas, encontrar algo enterrado que aflora a la superficie nos alerta de inmediato. Y con esta pinta, lo primero que pensamos es en algún tipo de munición, en concreto la que alimentaba los cañones antiaéreos. No hay que ir muy lejos: en el próximo valle de las Valenjoves cayó abatido un avión.
Pero no. Consultadas las fuentes oportunas, nos sacan de nuestro bélico error y nos explican que se trata de dientes de una máquina zanjadora, que a buen seguro llevaban bajo tierra desde que se excavaron las zanjas del riego para las fincas en la década de los 80.

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