domingo, 13 de mayo de 2018

LA FIESTA DE LAS CIGÜEÑAS



Los curas de Lleida se han vuelto pijos y han decidido que las cigüeñas sólo generan molestias con sus nidos en La Seu Vella, así que hace tiempo pusieron unos impedimentos para que las pertinaces aves, que vuelven cada año a la misma casita, no pudieran anidar en el sancta sanctorum de la cristiandad. Resultado: cigüeñas muertas.
Es por ello que me alegro sobremanera de que hayan obligado al Bisbat a devolver las obras de Sigena a su lugar de origen. 
Castigo de Dios, Deus vult.
En cambio, hay lugares donde las cigüeñas son bienvenidas, estimadas e incluso se les hace una fiesta: la Reserva Natural de Sebes, en Flix, es uno de ellos. Y los niños y niñas disfrutan sabiendo que, afortunadamente, hay otras maneras de entender la vida además del egocéntrico y excluyente adoctrinamiento católico. Cosas de comunistas y masones, se ve.

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