lunes, 12 de septiembre de 2022

CALACEITE (II)

 El Bajo Aragón está lleno de poblados ibéricos. Mi paraíso. Así que nos vamos al de San Antonio. 



Magnífico. El más grande que he visitado hasta ahora y en un estado de conservación adecuado. Está en la cima de un cerro que domina 360 grados de llano y con una magnífica serralada al sur. En lo más alto se edificó, en tiempos posteriores, una ermita pequeñina dedicada al santo.


El poblado cuenta con una torre de vigía que debió alcanzar los 10 metros de altura y una balsa de recogida de las aguas de lluvia. En unas de las habitaciones se encontraron numerosas jarras de barro. Se desconoce si era un almacén o un lugar donde se guardaban ofrendas, aunque se piensa que era lo primero.

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