martes, 13 de septiembre de 2022

CALACEITE (y III)

 



Sant Roc y su perrito vuelven a saludarnos, como en Valderrobres, desde una hornacina en la capilla que lleva su nombre, adosada a la residencia de ancianos. Recordemos que es santo efectivo frente a enfermedades contagiosas. Estamos protegidos pues frente a coronavirazos varios.


Por si se necesita más excelsa ayuda, la Virgen del Pilar se honra en una capilla puesta así en medio del paso de una calle. Como la cosa es de siglos pasados, la ley de urbanismo se calla y otorga preeminencia a la mariana advocación, totalmente necesaria en estos tiempos.

La única cosa rara de la jornada ha resultado estos canelones planos que nos han servido en un restaurante. Típicos de la zona no son, y por su grado de compactación me parece a mí que una mala tarde la tiene cualquier cocinero.


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