Hemos ido a la Fira de Brocanters de Móra d'Ebre. Siempre es interesante indagar en las antigüedades y objetos de segunda mano.
Esta vez de buen principio he notado una sensación extraña. Quizás porque había muchos objetos militares: cascos, chaquetas, pins...bustos de Franco y placas de la Falange. Quizás porque las luces del pabellón estaban apagadas y el ambiente estaba cargado de respiraciones ajenas y mucho humo de cigarrillos...
O quizás porque muchos de esos objetos pertenecieron a personas que no deseaban desprenderse de ellos: acaso murieron, tal vez tuvieron que venderlos para salir de un mal paso económico...no sé. El aire me pesaba y he tenido que salir con rapidez.
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