En un recorrido de 30 minutos se pasa de los 500 metros de altitud a 800. ¡Vamos a la ermita de Santa Magdalena de Valderrobres!
El lugar es singular porque se dice que acaso pudiera haber estado aquí el Santo Grial en su camino hacia Valencia. Santa Magdalena es advocación templaria y el sitio vive Dios que es escarpado.
El ascenso es iniciático. Rocas por las que hay que mediar, restos de árboles que fueron gigantes...
Aquí vivieron eremitas porque hay una fuente cercana y de la roca brota agua. La entrada a la bauma se monumentalizó con un arco que perdura. En la gran losa del suelo, las correspondientes cazoletas nos susurran ritos arcanos.
Al fondo, los ex-votos dejados en prenda de ruegos.
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