domingo, 21 de septiembre de 2014

CHAPATA SISQUELLANA

Ya dijimos que íbamos a iniciar una aventura exploratoria por el mundo de los panes. Gracias a Mikel, que ha traído un libro dedicado a la elaboración de tan exquisito y variado manjar, empezamos a indagar en los amasados, las levaduras y las masas madre. El primer experimento es la chapata. Este pan de origen italiano es bastante laborioso, pero vale la pena para elaborar una hogaza plana que permite su uso como buen sostén para impregnarse de lo que tengamos a bien que sostenga. La miga de ojo más grande permite que se embeba de jugos varios, así que es ideal para untar aceites, tomates y demás enjundiosos alimentos de textura que tienda a la fluidez. Por fuera, la chapata sisquellana nos obsequia con formas sinuosas y entretenidas, rústicas promesas de sabor. 

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