Es una vergüenza. Una penosa, lamentable, nefasta realidad la que he tenido oportunidad de constatar y que pienso que necesita ser divulgada. Callar es una cobardía, aunque sea a costa de explicar un tema personal. Y de cobardes no se nos puede tachar. Así que sí, es cierto: estamos rodeados de machistas en su más pura expresión. Un caso no me afecta a mi directamente, pero sí a una persona muy cercana. Digamos que vuelve a estar en boga el gallito con espolones de pelea que considera suya a una chica por el mero hecho de salir juntos. Controla sus telecomunicaciones y monta cirios haciendo rellamadas. Apasionante elemento varonil digno de figurar en el Museo de Atapuerca.
El segundo caso me afecta personalmente y no diré que no me haya quitado el sueño esta noche. Y es que, al parecer, vuelve la España de ranciedad rural y atávica. Aquello de la mujer del César tiene plena vigencia en las sociedades añejas que viven pegadas al terruño. Eso de ir de excursión fuera del yugo conyugal (obsérvese que conyugal viene a significar yugo conjunto. Ojo al dato.) levanta suspicacias. Vaya, es una lástima. Porque yo me las daba de mujer de 50 años que no había padecido jamás los rigores del machismo hispánico, pero a partir de ahora paso a engrosar la lista de afectadas por la gilipollez de destrucción masiva que lleva en su interior el germen de la represión por tener vagina y menstruar. Qué mala suerrrrrte...
Pues eso, que ir de excursión con alguien que no es tu marido te convierte en asaltacunas y devora-hombres. Y yo sin enterarme...aunque...ya notaba yo que las entradas con foto varonil tenían un sensible incremento en el número de visitas...y yo que pensaba que era por los paisajes...
Están implicados mayormente en el tema los hombres. Son los principales correveidiles que expanden el rumor y el juicio previo, y eso que cuanto más añejos se precian de haber sido auténticos folladores alados y haber dejado a media España inseminada bajo los pinos...a eso se ve que hay que aplaudir con las orejas, a la par que se emite un sonoro ooolerl !!! olerl !! al estilo Chiquito de la Calzada. Estos señores no se dan por vencidos y aprovechan el contraluz de las puertas abatibles para mirar si transparenta la ropa interior de las señoras que tienen a bien entrar en ciertos establecimientos. No los culparemos, pero si yo manifiesto que Omarcito está quesuno, estoy en mi derecho. Y sí, Omarcito está quesuno. Y sí, podría ser mi hijo. Pero tengo ética y criterio, y si tuviera a Omarcito a mi lado, le sonreiría, le preguntaría cómo está para a continuación empezar a HABLAR y a compartir con inteligencia, educación y apasionado intercambio toda una serie de vivencias y conocimientos. Y no, no me lanzaría a su pene para arrodillarme ante él y hacerle un mammy blue. No, amigos: las mujeres somos algo más que tetas y vaginas andantes.
Robin dixit, pero mucho dixit.
No hay comentarios:
Publicar un comentario