Es de justicia advertir que cuando te vas a vivir al monte, a parte de las bucólicas imágenes de las águilas sobrevolando tu casa, los zorros que te visitan y los pájaros que nos despiertan por la mañana con su canto, recibes también la PERTINAZ visita de toda clase de insectos. En esta zona hay que tener cuidado con el mosquito flebotomo, causante de la leishmaniasis de los perros. Un pagés nos ha dicho que ataca a los zorros también, y los deja completamente calvos, sin pelo, y posteriormente mueren. Tengo miedo por mis perros, y les voy poniendo insecticia en spray, sobre todo al caer la tarde.Mención aparte merecen mis queridas amigas: las MOSCAS en todas sus presentaciones (tábanos y comunes). Son insoportables. Se meten en todos los rincones donde hay algo de humedad, intentan meterse en la boca, los ojos... al final te ponen nervioso de verdad. Si no se quiere abusar de los insecticidas, hay que recurrir a métodos algo pedestres, pero eficaces. Aunque a decir verdad, los insecticidas no hacen nada a las moscas, no las matan. Se atontan un momento y siguen volando. Sí son eficaces en el caso de los tábanos, que caen fulminados al momento.
Otro animal con el que hay que ir con cuidado por estas zonas es el escorpión. Nosotros encontramos uno al levantar una piedra del suelo; nos recibió con su colita levantada ¿saludándonos?, así que decidimos volver a poner la piedra donde estaba y dejarlo en su casa. Hay que ir con cuidado al levantar piedras, siempre usar guantes o cogerlas con precaución. Dicen que la picadura del escorpión de estas latitudes no es mortal, pero puede causar fuertes molestias, y si eres un poco aprensivo, puedes pasarlo muy mal.
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