sábado, 18 de septiembre de 2010

REFLEXIONANDO

Hemos reflexionado sobre la oferta de llevar la finca del vecino y hemos decidido rechazarla. Hay varias razones: la primera es que no vamos a invertir dinero en la compra de maquinaria. Nos apartaríamos demasiado del propósito que nos trajo aquí, que es la autosuficiencia. Si empezamos a gastar dinero en cosas que no necesitamos para nuestra directa subsistencia, nos meteremos en líos. Y en segundo lugar, nos alejará de la tranquilidad de nuestras ocupaciones diarias. La gente del campo es muy exigente respecto a los horarios, y aunque luego no hagan gran cosa, están a las 7 de la mañana en las fincas. Nuestro planteamiento del uso del tiempo es diferente, preferimos concentrar el trabajo en poco tiempo pero con gran intensidad, que es la noción europea del trabajo, por otra parte nunca entendida en este país por más que se quiera racionalizar tal cosa, pero aquí sigue primando el "si no te quedas más horas, es que no trabajas".
Prefiero centrarme en mi finca y sacar rendimiento de mis tierras. Creo que así nos mantenemos en el espítiru inicial.

1 comentario:

adry dijo...

Que vendes luego las olivas?