Los conejos son unos animales muy sensibles y gran parte de esa sensibilidad está en su tracto digestivo. Es por ello por lo que hay que tener un control estricto en su alimentación si queremos tener unos conejitos sanos. La base fundamental de su alimentación es el heno, hierba no seca del todo pero tampoco húmeda, que les aporta fibra. Otro aporte que les da es limando sus dientes, pues éstos no paran de crecer a lo largo de su vida y una forma de controlar su crecimiento es limándolos de esta forma. Es por esto, que tan importante es, que nunca deben dejar de comer heno, y si dejaran de comerlo nunca está de menos aromatizarlo con flores que a ellos les gusta como diente de león, caléndulas... Cuando son gazapos, para complementar su dieta hay un pienso en granulitos específicos para ellos. Pasados 6 meses de vida, el pienso se cambia por uno para adultos de forma progresiva y en menos cantidad, puesto que será a partir de esta edad cuando introduciremos las verduras a su dieta. El próximo día os cuento cómo y cuáles.
Sobre la fotografía quisiera hacer una mención especial, ya que se trata de una radiografía de mi conejito que está muy malito luchando por sobrevivir. No todos los cuidados son suficientes a veces, y en este caso, que tengo que agradecer a mis padres y mi hermano que lo cuid2en como lo hacen, se le ha formado una bola de pelo. Es un conejo belier con mucho pelo en algunas zonas de su cuerpo y al acicalarse ingirió pelos que le ha hecho formar esa bola. En la radiografía se puede observar el estómago distendido lo que hace dificultarle la respiración. El tratamiento que tiene en estos momentos consiste en ingreso hospitalario con sedación y sonda para alimentación nasofaríngea. Esperemos que se recupere.
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