El año pasado se extendió la presencia de la inquietante cuscuta amarilla por las zonas cercanas a cursos de agua y arcenes de las carreteras. Pero hay más...
Más cuscuta amarilla y la que faltaba: la cuscuta morada. La primera es Cuscuta australis o cuscuta de arroyo. La nueva e inquietante prima es Cuscuta epithymum. Eramos pocos y además de la sequía, a aguantar más parásitos.
De todas formas, la cuscuta tiene algunas propiedades medicinales que la hacen extrañamente interesante. En algunos lugares parecen cultivarla. Hay quien dice que es anticancerígena. Faltan estudios. Ya se harán. Y mientras tanto, la cuscuta roja y la cuscuta gualda componen una bonita y flamígera bandera del más difícil todavía.
2 comentarios:
Vengaaaaa, ¿qué será lo próximo? ¿Borbones? ¿la iglesia exigiendo diezmo?
No descartable.
Publicar un comentario