El año hidrológico es nefasto. Lo mires por donde lo mires, estamos no ya en zona semidesértica, sino en arenales almerienses prácticamente. La pluviometría anual puede referirse de enero a enero, como hacemos nosotros, o bien de septiembre a septiembre o de octubre a octubre. Llevamos de momento 201,5 litros por metro cuadrado en La Sisquella desde el 1 de enero de 2015. Quedan tres meses y medio para que caigan 200 litros e igualar la media de la zona. Y si lo miramos de septiembre a septiembre, el año hidrológico se ha cerrado con 385 litros por metro cuadrado.
Se impone aguzar el ingenio. Un paso más. Aprovechando envases de plástico usados, podemos construir un riego solar. Bajo la cúpula formada por media garrafa, colocamos la sección inferior de un envase de refresco, lleno de agua. El sol calentará el sistema, haciendo que el agua se evapore, pero ésta se condensará en la superficie interior de la cúpula y resbalará, gota a gota, cayendo al suelo. Medidas ingeniosas para momentos duros.
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