El lugar emana energía, sin duda alguna, pero resulta curioso que, estando orientada al sur, haga frío en sus alrededores. El centro de culto es sin duda el manantial que brota de la misma piedra que cubre los edificios de la ermita, y que para mayor inquietud mana no demasiado fría, en contraste con la baja temperatura del lugar. Apuntamos también que al realizar fotos del interior, captando la imagen de la Magdalena, la cámara ha registrado algunas anomalías luminosas, fuentes de luz inesperadas y de ligera tonalidad verdosa que parecían salir de una pila de piedra.
Efecto luminoso anómalo: la luz natural entra a la capilla por la derecha. |
Al lado de la ermita y protegido por la roca, crece un hermoso algarrobo, del cual hemos recogido algunos de sus frutos.
Finalmente, examinando algunos abrigos rocosos anexos, observamos unas vetas ferruginosas en las rocas, inquietantes sangrados telúricos...
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