martes, 10 de mayo de 2016

LA HIERBA DEL ALACRAN

La verdad es que es para volverse loco. Este año, las precipitaciones regulares nos están obsequiando con una proliferación de vegetales que yo diría nunca vista en los seis años que llevo en esta zona. Lo curioso es que los litros caídos no difieren en exceso de los que cayeron en igual período del año anterior, pero mientras aquellos fueron en forma de tormentas puntuales, esta vez han caído pausados, bien repartidos, aprovechados. Este es año de Papilonáceas. Florecen con una abundancia y rotundidad dignas de supervivientes. Y en la imagen, una preciosidad: Coronilla scorpioides, la glauca y curiosa hierba del alacrán, pero también hierba del amor. Y es que los extremos se tocan.

2 comentarios:

Juli Gan dijo...

Yo tampoco recuerdo, en los ocho años que llevo al cor de Catalunya, cuatro días seguidos de lloviznas y perennes nubes grises. Todo está de un verde que me resulta ciertamente familiar. Si hasta el tejado de enfrente parece tener verdín. Este como agua de mayo seguro que hace mucho bien.

Robin dijo...

Las irregularidades mediterráneas, tan cantadas por poetas y cantantes, son ciertamente desconcertantes y a veces desesperantes cuando te dedicas a los agrarismos, pero disfrutemos mientras podamos de esta miniépoca pluvial.