sábado, 8 de octubre de 2016

PROTEGER O LANGUIDECER: BIODIVERSIDAD

Un ciervo joven en Sant Maurici (Pallars Sobirà)
Pronto empezará la época de caza por estas tierras sureñas. A la vez, las administraciones están intentando por todos los medios promocionar turísticamente las zonas de Ponent y les Terres de l'Ebre: no hay manera. Ni el aceite, ni la cultura de la piedra, ni por supuesto el paisaje son reclamo suficiente para atraer a las masas urbanas, ávidas de...naturaleza. Así es como estos urbanitas buscadores de lo auténtico se dirigen al norte. La oferta se basa en los mismos parámetros, pero el entorno es otro: allí, la fauna es diversa y por supuesto, protegida. Si en estos sures y oestes se hubiera apostado por la biodiversidad en lugar del monocultivo y de la escopeta, seguramente habría más animales. Si se hubiera cuidado la ganadería caprina y ovina, los rebaños cuidarían del sotobosque y no ardería todo en llamas cada verano. La fauna rica atrae a los niños, ansiosos por ver caballos, vacas, águilas, ciervos...aquí en el sur podría haber corzos, zorros, tejones, incluso ciervos...pero molestan. La agricultura es excluyente con la fauna autóctona. Así es como la gente se va a ver, en esta maravillosa época otoñal, espectáculos como las berreas, el reclamo del ciervo macho hacia las hembras. Y mientras tanto, aquí, los pueblos languidecen entre el canto irónico y estridente de los estorninos.

2 comentarios:

franclips dijo...

Hola Robin.
Inspirado texto y acertadísimo contenido sin mas paliativos.
El final, triste y encantador: "Y mientras tanto, aquí, los pueblos languidecen entre el canto irónico y estridente de los estorninos" .

Un saludo.

Robin dijo...

Lástima que tengamos que usar las palabras para describir esta situación: ojalá algún día podamos cantar la alegría de los trinos de muchas más especies.