Lo que se vivió ayer en Catalunya es incalificable.
O sí.
La represión contra la democracia por parte de los Cuerpos sin Mente de seguridad España fue brutal.
Jamás pensé que vería algo así en mi vida.
Y agravado por la demostración de una inquina especial hacia las mujeres.
En La Palma d'Ebre salvamos la democracia, materializada en la urna electoral, con la valentía serena del pueblo en la calle.
"Cal aclarir que el total del cens és de 303.
Del cens han votat 229.
19 vots són de gent de fora que ha vingut a votar telemàticament.
Sortosament gràcies a l'esforç de la gent s'han pogut entrar totes les dades telemàticament i per tant està tot entrat al centre de dades.
SI: 235
NO: 6
EN BLANC: 7 "
2 comentarios:
Llegué a las 10. Una cola inmensa. Hora y media. Un ojo en la puerta de entrada, otro en la Avinguda Universitària, por si aparece la policía. ¿Miedo a votar? Incraíble. La gente, en la cola, con el afán de vivir, con su esfuerzo, un día histórico. Jo no sóc catalana, però sé qué és viure dins d'un estat que no sents teu. ¿Y por qué no es tuyo? Porque todos los símbolos del Estado, su forma del mismo, su bandera, su himno, sus jueces y su partido en el poder son la dictadura con la cara lavada, y no demasiado bien conseguida. Fuera engaños tontos de la transición. No la hubo. Yo no quiero ser española porque esa España franquista no es la mía.
Para mi, el concepto "España" en cualquiera de sus posibilidades acabó ayer.
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