viernes, 25 de octubre de 2019

¡A LAS BARRICADAS!


¡Al fin una DANA productiva! Eso sí, como siempre, ha tenido que morir gente y destrozarse varios pueblos para que en La Sisquella cayeran 100 litros por metro cuadrado, bien caídos, en varias horas, lo cual ha conllevado que la tierra sisquellana, que estaba rígida como un estropajo, absorbiera la lluvia, hidratándose cual Rosa de Jericó.
Hemos aprendido ya que en estos casos es menester construir unas barricadas en el huerto, porque el agua baja a través del bosque y lo arrasa. Ya están plantadas las habas y las cebollas, así que con cañas, hierba arrancada de la temporada y los volubles tallos de las judías, ya fenecidas, hemos reorientado el curso de las turbulentas aguas. A un lado queda el Bien, en forma de tallitos enhiestos y hojas de las Fabáceas que ya emergen, y al otro queda el caos maléfico.

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