lunes, 21 de octubre de 2019

RASTROS DE ROSTROS

Barcelona, mayo de 1937

La historia de mi abuelo la he tenido que ir arrancando a fragmentos a mi familia, que no quería recordar. Mi abuela María se enfadaba porque Juan llevaba muchas armas a casa y las escondía, y daba refugio a gente perseguida. Y es que la Generalitat nunca comulgó con los anarquistas: los usó para sus fines independentistas porque eran cañeros, mientras la burguesía catalana preservaba su sagrada sangre de horchata. No sé...parece que esto me suena...
La historia se repite una y otra vez. Aquí va un extracto revelador.

Cuando el 26 de marzo, Tarradellas prohibió que los miembros de la policía tuvieran filiación política y al mismo tiempo dictó la entrega de todas las armas que tuvieran los partidos políticos, los anarquistas se retiraron del Gobierno de la Generalitat de Catalunya. La crisis abierta obligó a Companys a ceder ante las exigencias anarquistas y estos siguieron conservando sus armas y continuaron las Patrullas de Control.
Wikipedia.