La matemática áurea está presente por doquier. El número phi, la secuencia Fibonacci, fractales...senos y cosenos.
La onda sagrada, cuya máxima representación está en el oleaje de los mares. Más sutilmente, en las ondas del viento en los lagos.
En la obra de los hombres, sabios algunos, que saben construir. Cóncavo y convexo, protección y entrega, dador y receptor.
2 comentarios:
Hace tiempo que quería comentar este post. Las ondas son una constante en la naturaleza. Onda sobre onda. Vibración contínua. Me gusta que te fijes en la estructura matemática de las cosas.
Espirales, ondas, senos y cosenos. Como la vida misma.
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