LEJANOS CRISTALES DE NIEVE

De lejos se veía la cortina de nieve que caía en el Montsant...desde el lago (pantano...) con ese color gris glauco que tanto me gusta, oscura constatación de misterios acuosos...
Cada día el color del agua es diferente. Responde al entorno, al viento, a la temperatura...bah, dejémonos de ciencia por un día. Responde al genio del espacio y del tiempo, para abrirse en sutilezas sensoriales que no sólo abarcan la cromática faceta del color, sino el rumor saltarín de las pequeñas olas en la orilla, el olor de nieve que el viento de levante trae, partículas invisibles de un universo más allá, lejos, donde la montaña detiene las nubes encantándolas, y las besa para que dejen su blancos cristales de agua, todos diferentes, ninguno igual.