Ya que resulta tan difícil de gobernar el mundo real, nos pasamos netamente al virtual, en donde podemos obrar más o menos a nuestro antojo. Ya no a uno ni a dos, sino a nivel NASA con varios ingenios a la vez, y actualizando los navegadores, que la gracia de que Windows XP pasa a mejor vida nos hace una
idem fantástica, vamos. Así que optamos por otro navegador, claro...pero no será Chrome, que es de Google y da
yuyu, seguro que se guarda las búsquedas de las páginas guarrindongas que consultamos, así que nos decidimos por Mozilla Firefox,
fairfox para los amigos anglófonos y castellanófonos, que quedas como Dios cuando vocalizas en la lengua de William Wallace.
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