martes, 6 de enero de 2015

ACEITE DE CRIANZA EN BARRICA

Con el aceite hay muchas cosas por descubrir. Como buen lípido, tiene una capacidad enorme de absorber aromas y olores del ambiente que lo rodea. Es por ello que se pueden hacer crianzas exactamente igual que con los vinos. Un aceite en una barrica de roble, por ejemplo, adquirirá, después de un tiempo adecuado, un toque organoléptico de esta madera. El aceite, igual que el vino o los compuestos alcohólicos, es prácticamente incorruptible: puede almacenarse durante mucho tiempo sin alteraciones. Así que nada nos impide introducirnos en el mundo de los aceites de crianza. Es una alternativa a la ya tan manida maceración de compuestos como la pimienta, las hierbas aromáticas, y con más atrevimiento, chocolate u otras bizarrías.; estas aventuras dan buen resultado, pero el aceite de crianza ofrece unas perspectivas a más largo plazo y con visos de ser un campo totalmente por explotar. Explotar comercialmente, no la barrica, claro...

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