Cara sur del macizo del Montsant, netamente de western periclitado. |
Los datos de los registros climáticos son inexorables: desde la década de los 70 del siglo XX la media de la temperatura crece. No significa que cada año sea más cálido que el anterior, por supuesto hay oscilaciones, pero la pendiente es ascendente. Los récords climáticos se suceden ahora con más frecuencia y severidad. Temporales de otoño, nevadas a cota 0, olas de frío severísimas, escasez de precipitaciones...la temperatura más baja registrada en España en lugar habitado ha sido en Calamocha (Teruel), cuando alcanzaron -30 ºC. Algunas lluvias han sido torrenciales durante períodos determinados, como en 1958-1970, el más lluvioso del pasado siglo.
Lo que llevamos de siglo XXI se centra en el aumento de las olas de calor. Especialmente en el recuerdo guardamos la de 2003, en la que casi nos evaporamos.
El mes de mayo de 2015 ha sido el más cálido y seco desde que se tienen registros en España, 1947. El mar Mediterráneo parece una paella a punto de añadirle el arroz: talmente es una disolución de langostinos en su salsa: está de 3 a 4ºC por encima de la temperatura media en algunos puntos.
El panorama es de rosario cada tarde: la conclusión es que el clima se hace más cálido y seco, extremándose los registros de fenómenos extremos y contrarios. Qué mala suerrrrte...
2 comentarios:
Mala suerte sí.
Pero bueno, aquí andamos. Igual entre estos secanares se esconde el tesoro de los godos...on ne sait jamais.
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