Flix no fue encomienda del Temple, pero estuvo rodeada por dos bastiones de la Orden: Ascó y Ribaroja. Flix fue villa del rey, y como tal ofrece algunas particularidades, incluso lingüísticas: se usan palabras diferentes para algunos conceptos, palabras que aportaron a las otras poblaciones vecinas los monjes guerreros. Geográficamente Flix está marcada por el enorme meandro del Ebro y el otero donde se instaló un castillo de los carlistas. Otro lugar curioso el el Molí de l'Oriol, en funcionamiento desde el siglo XVII hasta principio del XX.
Y como lugar de poder tenemos la ermita del Remei, paraje solitario que visitamos hace tiempo y que sigue en su singularidad telúrica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario