martes, 8 de septiembre de 2015

ECOFACHAS

España, para los españoles. Foto: MARCA.
Asistimos con entristecido asombro a la floración de algunos capullos culturales indeseados. Cual mala hierba invasiva perlan las redes sociales de comentarios que nos parecen, cuanto menos, impropios de las personas que los emiten, y que nos hace asistir estupefactos al nacimiento de la figura del ecofacha. Personas que se aplican en calificativo de ecológicos, que van de progres, de intelectuales orgánicos, bioproductos de una sociedad verde...
No vemos la televisión estatal. Aquí no llega la TDT. Pero escuchamos a veces la radio. El eco de la tragedia de los refugiados de la guerra ha llegado hasta los barrancos sisquellanos. Y cual ha sido nuestra sorpresa al constatar que personas de talante hasta ahora aparentemente comprensivo e implicado han optado por el temor, el miedo, el rechazo: vienen los moros a matarnos. Son mala gente, son terroristas que nos quitarán todo: casa, dinero...incautos, ¿acaso no os lo ha quitado ya todo eso el orden mundial, además, al parecer, de vuestra honra? Eso, echad al moro, al diferente, ya que sois incapaces de echar a los ineptos que os oprimen, ni de dejarlo todo para vivir con la dignidad que presumís defender bajo la bandera de lo natural.

4 comentarios:

Juli Gan dijo...

Ecofacha. Buena palabra. Teniendo en cuenta que "Oikós" en griego es casa, y no un producto de una popular marca de yogures, tiene ese doble sentido de convertirse en, aparte de verde, un tipo de Chuck Norris que reparte coces contra los moros malos que dicen que hay.

Pobres inmigrantes que huyen de la muerte y destrucción de los países de Asia como Afganistán, Irak o Siria. Tiene cojones que esos países "pacificados" por los marinees con el beneplácito de la hiena de Aznar en las Açores ahora exporten víctimas.

¿Son los mismos ecofachas que no quieren inmigrantes los mismos que se reían del "No a la guerra"? A Siria los tenían que mandar a ponerse delante de los del Estado Islámico a los que vende armas España, entre ellos.

Robin dijo...

Nadie se acuerda de los españolitos que tuvieron que irse a Francia o a América, como mi abuelo y su hermano, por ser de la CNT. Les acusaron de matar un facha. Ellos dijeron que no era verdad, pero los iban a empapelar igualmente. Así que era cuestión de vida o muerte. Como muchos otros abuelos y abuelas. Como ahora.

Juli Gan dijo...

Mira por donde los ecofachas acaban siendo los mismos o sus descendientes. No me cabe en la cabeza que pueda haber gente así.

Robin dijo...

Lo que más duele es que mientras la cosa va tirando son ecologistas, practican terapias alternativas, energetizantes, van de asamblearios y firman manifiestos por internet. Pero cuando van mal dadas pasan a sufrir una extraña mutación que los hace ser raramente ultra...fachas. Estoy harta de humor barato a costa de los refugiados estos días.