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| El guaperas de Mitra, caracterizado como Sol Invictus. |
Todo aquel que haya seguido que el blog desde sus inicios sabe que los días de los
solsticios y los equinoccios son muy celebrados por mi. El solsticio de invierno que hoy nos ocupa es loado como Sol Invictus: el sol, que va ya tan bajito en su órbita, resurge y vuelve a ascender y no desaparecerá hacia una noche eterna. Esto, que no inquieta ni a animales, ni a plantas ni a minerales, se ve que daba cagaleras a los pueblos humanoides, jiñados perdidos por si, a causa de sus pecados, el mundo se hundía en la oscuridad total y definitiva. En fin. Esta vez lo celebramos adecuadamente, ayuntando buen queso con mosto de uvas negras. Es de agradecer que la niebla se haya retirado durante la tarde para que el bello sol solsticial nos tocara con sus benéficos rayos.
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