Adelantábamos el domingo que, además de cavas, habíamos encontrado una joyita de la Denominación de Origen Montsant. Se trata de un vino dulce de Garnatxa roja, exquisito:
Cap de Ruc del Celler Ronadelles. Esta gente, que se dedica a estos menesteres desde el 2002, hacen agricultura biodinámica. Y algo sutil ciertamente se infiltra a estas uvas, capaces de dar estos aromas, colores y sabores. Sencillamente, genial.
Esto nos lleva a pensar que se pueden hacer tantas cosas con lo que la tierra nos da...y se repite, aún mayor, el lamento por esas viñas arrancadas por la dejadez de unos humanos que ignoran que, con un poco de ilusión, la magia se incorpora a la obra. Es lo que, en prosaica economía, se llama valor añadido. Aquí lo llamamos alma.
2 comentarios:
Ví de la terra. Eso siempre está bien, y del cava, Llopart. Nada mal. Solemos pedir cava a un celler de les Casetes d'en Raspall que está muy bien y es que los pequeños cellers también hacen gran vino.
Pensé que era Can Raspall de Torrelavit, donde se rodó "Nissaga de poder" con el túrbido Mateu Monsolís, cap i casal del terruño. Ya veo que tu Raspall es de Font-rubí, cerca de donde vivía yo antes. Buena tierra.
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