La nuez moscada es una de las estrellas de Hildegarda. La considera equilibrada y buena. Se toma una pizca de nuez moscada, una pizca de canela y media de clavo y se pulverizan. Se añade harina y agua y se hacen tortitas que se cocerán al horno. Comidas a menudo, "calman toda la amargura del corazón y del espíritu, abrirá su corazón, agudizará los sentidos deteriorados y hará su mente alegre. Purifica sus sentidos y le disminuye todos los humores malignos."
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