La fotografía no ha logrado captar la magnitud de los troncos de estos árboles. No hay referente para comparar: los perros no han querido acercarse a ellos, tal vez por respeto a su enorme presencia. Son espectaculares: uno, de tronco doble, que parece encarnar la dualidad. Uno en origen, dos al fin. ¿Son uno, son dos? Encarnación del amor sublime.
El otro, de tronco único, parece mirar al primero con cariño: la curvatura que muestra a poco de partir del suelo transmite la sensación de acercamiento: abrázame.
El lugar es hermosísimo. La única nota discordante es ser consciente, lamentable y dolorosamente consciente, de que todo podría ser así...
8 comentarios:
Sin duda en un tiempo lejano asi fue......
A veces me canso de pensar que siempre fue mejor antes...no sé, antes, siempre antes...
Jamas he entendido eso de tiempos pasados fueron mejor.....no es asi en todo.....de hecho lo que comentas ....lo que ahora ves de alamos....hay dos opciones....que sean vestigios de lo que fue.....o el inicio de lo que sera.....vete a saber si no el pantano esta enviando a las profundidades de la tierra aguas subterraneas....ojala
¡Buena manera de verlo! Sí, es una buena energía...
Me estáis tocando la fibra sensible y todo.
Mira que voy a transfomar mi blog en uno de esos de arcoiris, como dice Robin.
No estaría mal. Tirando el tarot y eso.
Deberías hacerlo. Eres un hombre mucho más sensible de todo eso que muestras, que no es más que una tapadera, un muro de protección. Toda esa parafernalia del bdsm no es más que una manera de esconder carencias. He probado su sabor: es amargo. Es un paso más en el camino: debe ser superado.
Y qué faceta piensas que debería enseñar?
Historia del Arte. Sin ningún tipo de dudas. Aquí tienes una alumna que parte casi de cero, porque es una faceta que no he cultivado, la verdad. Sabes lo suficiente para hacer de tu blog un hermosísimo lugar dedicado a la belleza...que no hace falta que pierda un cariz oscuro, pero...date, hombre, que te lo agradeceremos- yo seguro. Historia del Arte.
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