Podemos mantenernos siempre cuerdos o jugar con los mundos. Fíjate tú que entre tanto prosaico esfuerzo de recogida de la oliva, la mente vaga por lugares inaccesibles para nadie que no seamos nosotros mismos. Un poco de música parecería arreglar la situación...pero va a ser que no.
Sabemos de hace tiempo que este lugar es una de las puertas a otros mundos: los famosos submundos de los que hablamos siempre Eulàlia y yo. Y poco a poco, el círculo se va cerrando...a ver si no me decís que todas estas imágenes no sugieren caminos...a dónde nos llevan, no lo sabemos. Aunque ya os digo: fijo que Mordor y su perpetua reacción de fisión nuclear en su magnífico reactor tiene algo que ver. Puertas entre mundos, agujeros de gusano cuánticos, púlsares y quásares...seguimos investigando.
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