Que una montaña sea tan cónica no es normal. Y si además le añadimos el hecho de que en su cima hay tres piedras enormes, ya empezamos a sospechar: habemus misterio.
La Roca de la Bruixeta la llaman los de La Torre de l'Espanyol, y la Roca del Cap del Pla los habitantes de Vinebre. Aquí cada uno a su avío. Inconfundible desde cualquier punto desde el cual se otee, única. Sólo queda una piedra en pie, pero antaño había otra, y la tercera sospecho que sería el techo de una construcción megalítica.
Por la falda del cono, abrupta de narices, se encuentran fragmentos de cerámica íbera. También grandes trozos de yeso fibroso.
La pregunta es obvia: ¿es una montaña natural o artificial? ¿Habrá algo dentro?
Las leyendas hablan de ritos akelárricos, maldiciones lanzadas desde la cima y otras lindezas siempre tendentes a la malevolencia. Hay que reconocer que los perros estaban inquietos. A mi me ha parecido un buen telurismo.
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