Todos los lugares que en su topónimo llevan algún referente al vocablo "escalera" son susceptibles de ser "puertas ascensionales", tal como sucede con nuestro próximo y querido Scala Dei del Montsant.
Esta es la iglesia de Escalona, en el Sobrarbe aragonés. Curioso es que crezca un olivo plantado en su fachada norte, precisamente la más fiera, dando cara al septentrión con el muro pétreo apenas horadado por un ojo circular.
Otro punto que nos lleva camino al cielo; eso sí, hay que estar en el momento oportuno. El lugar, oportuno ya lo es.
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