Ahora ya sabemos que si nos sucede algún evento desastroso más, debemos llamar al 112. Estos seres de luz de Emergencias ya acudieron por estas tierras con una ambulancia y un coche de bomberos cuando una amiga nuestra se pegó un guarrazo triscando por su finca y se rompió un tobillo de muy mala manera. Los bomberos la extrajeron del proceloso abismo de matojales y la transportaron a la ambulancia, que por su ser tenía más impedimento para acceder a la barranca. Buena gente, oigan.
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