Se está concentrando la propiedad de las tierras en unas pocas manos, además explotada con el único objetivo de la ganancia económica, sin más. Estamos volviendo al feudalismo en su más pura esencia rural.
Además del retraso social que eso supone, se da el caso de que los nuevos ricos se creen que por poseer más tierras las células se les vuelven de oro y los husos acromáticos de platino, amén de los centriolos y sus filamentos de paladio. Y en verdad, son hijos de personajes que se creen relevantes, sin educación y aculturados; una mierdecilla, vamos.
Preparaos para la nueva ola de esclavitud que pretenden instaurar.
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