Ahora les ha entrado en Urbanilandia la prisa por plantar árboles. Que es que se están cociendo vivos como esas langostas que tanto les gustan a los pijos y que cocinan hirviéndolas en vida, del acuario a la olla. Pues a tomar de la misma medicina, guapis.
La cuestión es que, como no compren baobabs, lo tienen crudo. Sin agua para regar, ya me diréis qué pueden plantar estos hachas de la botánica sostenible y resiliente. También pueden probar con acacias africanas, aunque mucha sombra no les darán, no. Que repliegan sus escasas hojitas en vertical para evitar los rayos solares, implacables ellos.
No sueñen con sauces, árboles del amor y otras lindezas porque el cuñado tenga un garden center y pretendan pegar uno de esos pelotazos que tanto les gustan. Que los veo 'de vení'.
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