Jamás admitas que alguien te diga sobre lo que tienes o no tienes que escribir y cuál es la opinión 'correcta' sobre ello. Porque si los natsis pueden campar a sus anchas con impunidad, tú también. Veamos algunos ejemplos.
La negación del Holocausto es delito. Excepto en Twitter.
Es imposible tumbar las cuentas de los natsis. Ya puedes denunciar el tweet, el perfil entero, de manera individual o en grupo coordinando esfuerzos. Tampoco se puede hacer nada contra homófobos y contra racistas.
En toda mi etapa de 10 años en Twitter sólo he podido tumbar un nauseabundo tweet homófobo. El conocido como 'natsi de les Terres de l'Ebre' ahí sigue, aunque hay que decir que, como mezcló el negocio con sus creencias, éste se debió resentir y ahora se limita a usar el perfil como muestrario.
Se ve que a los poderes les interesa que existan lugares tóxicos donde la olla del odio vaya haciendo chup-chup y cuando a ellos les interese, hacerla estallar. Les aviso que van a salir escaldados: es peor ya que la caldera de Pedro Botero. Es como si petara un cohetico de Space X mismamente.
Por fortuna hay otras plataformas que soportan opiniones libres, como WordPress y todas las opciones que ofrece el fediverso: Peertube, Pixelfed, Mastodon, Diaspora...la entrada que aquí Google me censuró y otras más de carácter político residen sin problema en un blog del fediverso.
Contra más alas quieran cortar, más primordios crecerán. Es la vida.
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