lunes, 7 de julio de 2014

LA BIBLIA INVERSA: GENESIS

Al principio Dios creó la tierra y los cielos. La tierra le salió peligrosa y algo dura, así que decidió remojar semejante truño con algo de humedad. La división de las aguas no le salió demasiado bien, de manera que la zona sureña de la Tarraconense le quedó como un secanal y el norte vascongado resultó tan encapotado que es la zona de Hispania con menor horas de radiación solar, cosa que le han reprochado de por vida los vendedores de placas solares, que se han hecho protestantes.
Una vez remojada la tierra y separadas las aguas, colocó en estas últimas a los siluros-jabalís y en la solidez terrestre a todas las especies de plantas y animales que conocemos. Como vió que todos eran normales y se adaptaban sin problema a las condiciones ambientales, decidió, para divertirse un rato, colocar en el planeta a una criatura hecha a su imagen y semajanza, de lo cual deducimos que encarnó a Brad Pitt. Una vez en carnes mortales, vió Dios que el hombre se dedicaba a recoger olivas y hacer aceite, y como éste era actividad pesada a más no poder y muy poco productiva, creó a la mujer para aportarle algo de criterio e inteligencia sapiens al varonil neanthertaloide. Esta, viendo que había otras posibilidades de avance, apostó por cultivar árboles de la Vida y uno muy valorado, el de la Ciencia del Bien y del Mal, cuyas semillas le trajo un ángel maligno que le dió a probar alubias nacidas de tales arbolillos. El negocio- dijo el ángel- resultaría oneroso, teniendo en cuenta que las olivas se pagan a escasos céntimos el kilo y las alubias negras van a 8,90 euros la misma medida. Esta osadía hizo que Dios entrara en cólera y expulsara al hombre, a la mujer y al ángel fuera del Edencillo y los madara a montar riegos automáticos para hacer fértil la truñosa Tierra.

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