Uno de esos platos de reposo: se necesita una buena lumbre de tronco viejo y seco que dé ese crepitar apenas perceptible de las llamas para dejar esos rescoldos añejos. Una cazuela de barro donde se sofrien cebolla y ajos. Se echa la patata troceada a pellizcos para que suelte más almidón; se añade la carne de pimiento choricero que es el alma del plato. Y enseguida los chorizos. Y tiempo.
Plato de un día para otro, reposado. Con calma ancestral.
3 comentarios:
A mí me han dado esta receta con cordero,unos amigos de Calahorra. Pero como no me gusta el cordero haré esta receta. Un abraz
Robín , ese plato tiene que estar muy rico y con esa salsita que se ve en el fondo del plato para mojar ese pan tan bueno que sale de tu horno ....ummm ricura pura!!!
besoss
Además si se prescinde de la carne queda un plato todo vegetal pero de sabor intensísimo. Todas estas recetas norteñas me las enseña Mikel de Santurtzi. He de decir que desconocía por completo la enorme riqueza de la cocina del norte!!
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