domingo, 19 de abril de 2015

CARACTERISTICAS DEL CLIMA SEMIARIDO


Vamos a describir las características del clima semiárido en el cual nos encontramos, dentro de su variante mediterráneo seco. Tres parámetros lo definen: pluviometría, temperatura y evapotranspiración.

1.- En las zonas de clima sermiárido, la precipitación se sitúa entre los 200 y los 400 litros por metro cuadrado anuales, con una gran sequía estival. La vegetación suele presentar en este período un aspecto seco y en épocas especialmente tórridas, llega a morir.

2.-Temperatura: en períodos cálidos se superan los 22 ºC en verano.

3.-Evapotranspiración: mide el paso del agua desde el suelo/vegetales a la atmósfera. Se divide en dos, un fenómeno pasivo y otro activo.
         *evaporación: el agua en estado líquido pasa a gaseoso.
         * transpiración: es un mecanismo activo regulado por los vegetales a través de órganos especializados, los estomas.

Ambos fenómenos, activo y pasivo, dependen de tres factores:
             - radiación solar: el cielo, libre de nubes la mayor parte del tiempo, permite la incidencia inclemente de los rayos del sol.
             - humedad relativa del aire: es bajísima, de manera que el agua en estado líquido no tiene excesivos problemas para vaporizarse, bien desde el suelo, bien desde las hojas de los vegetales.
             - viento: su velocidad y persistencia son elevadas. En esta zona, el principal componente es el noroeste, un viento seco que desciende por el valle del Ebro.

Esta situación provoca que la escasa lluvia caída cause una fuerte lixiviación o lavado de las capas fértiles y orgánicas del suelo, y dado que las precipitaciones suelen concentrarse en escasos fenómenos muy violentos, se produce un fuerte arrastre de sedimentos y pérdida de agua superficial por inflitración a las capas profundas del suelo. Son zonas donde los escasos cursos de agua naturales -los barrancos- son de caudal intermitente, sólo cuando llueve en abundancia, y la mayor parte del tiempo permanecen secos.

Enriquecer un suelo con estas características es tarea árdua. Tan sólo algunos cultivos lo soportan. En esta zona predomina netamente el olivo, dado que es el último árbol en resistir condiciones tan adversas. Los almendros tienden a morir con el paso de los años.
Nuestro trabajo ha consistido en mejorar la estructura del suelo para conseguir cambiar totalmente sus características físicas, dado que es el único parámetro sobre el que podemos influir si no deseamos montar estructuras del tipo invernadero, las cuales en estas zonas de vientos tan fuertes son susceptibles de ser dañados de manera irremisible, con la consecuente pérdida económica.
En la foto podéis ver la textura del suelo original, arriba, compactado y arcilloso formando terruños de muy difícil disgregación, y abajo la tierra conseguida tras cuatro temporadas de trabajo de mejora.

2 comentarios:

Unknown dijo...

No me sirve

Robin dijo...

Obvio 🤣🤣🤣🤣🤣