martes, 16 de febrero de 2016

CAVERNOSO CABERNET


Las veladas de cata deben acabar en alto: así que es el momento de un buen Cabernet Sauvignon. Llabustes 2012 de Celler Vila Corona nos parece una excelente elección. Y a todos los participantes, también. Ese cuerpo denso, esos taninos astringentes y euforizantes, esos sabores a frutas negras y maduras, hacen que los más experimentados nos hablen de lo que fueron los vinos hace años, cómo cada casa se hacía el suyo, cuales fueron las raíces de los vinos del Priorat, que, hasta que llegaron Palacios y Barbier, eran como tinta china, que si caía una gota en una camisa, nada podía quitar esa mancha...vasos que permanecían teñidos para siempre con caldos densos, opacos, calientes para inviernos antiguos al lado de hogares (antaño, las casas se contaban como focs, los fuegos que se encendían en la chimenea)...
Ahora, con las generaciones siguientes algo más amaneraditas y tirando a pijoperas, se precisan vinos algo menos corpóreos, más pasajeros, que no disuelvan los paladares urbanizados. Aunque en los tintos de la D.O Costers del Segre, algo de la antigua mineralidad perdura para siempre...

El mosset que corteja a este Cabernet es un falso membrillo de vino sobre paté de foie. Contraste entre la suavidad de ladera en los geométricos poliedros translúcidos, sobre la agreste espuma pétrea. Como las tierras que originan estos caldos a orillas del Segre.

2 comentarios:

Juli Gan dijo...

Oé, menuda delicatessen. :)Disfrutadla.

Robin dijo...

Iremos ampliando la base de datos delicatessen con pinchos vascos.