Desde tiempos prehistóricos, los seres humanos han reconocido lugares en los cuales, por causas no explicadas, las personas enfermas o bien sanaban o bien mejoraban en su estado de manera favorable. Estos lugares fueron marcados con piedras, altares votivos, edificaciones más o menos complejas a medida que las técnicas constructivas avanzaban. En La Granadella hay uno de estos lugares. Visitado desde épocas neolíticas y hoy marcado por la ermita de Sant Antoni. Se sigue realizando la romería anual. Nosotros lo visitamos un día cualquiera...la tierra emana, indiferente, sus energías...
...¡al igual que el molinillo eólico que han plantado las endesas varias justo detrás de la ermita! ¡Oleeeerlll!
2 comentarios:
Hola:
Lo del molino eólico CLAMA AL CIELO. ¡Y nunca mejor dicho!
Ora pro nobis. Hay que ver lo que cambia la perspectiva fotográfica en cuestión de 5 grados...
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