Hay que concienciarse de que para vender no vale todo. Extender la zona de influencia del Montsant a zonas del este de La Ribera d'Ebre no es adecuado; y si lo es, entonces también pertenece a ella La Palma d'Ebre. Arrimar las ascuas a los arenques salados del vecino próspero es deporte nacional, a falta de evolución propia. Justifican el arrime vitivinícola con causas históricas: desconocemos en qué propiedad organoléptica de los caldos influye el devenir de los hombres y sus cuitas. Sin embargo, bueno es saber de la flexibilidad geográfica a la hora de otorgar honores patrios a los productos agrarios: voy a ver si mis patatas se acogen a la privilegiosa casta de las Patates de Prades...
En el mapa, extraño vórtice espacial que describe la D.O.Montsant.
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