domingo, 24 de septiembre de 2017

RECONCILIACION CON LA VASQUITUD

Oportunamente comenté que la última cosa que comí antes de sufrir el ataque de apendicitis fue una alubiada. De esto se derivó el desarrollo de un rechazo culinario hacia las judías secas que, en su momento, me pareció insalvable.
Pero llega el tiempo de la cosecha, y mis pequeñas me miran con respeto por todo el trabajo que he hecho para que sobrevivieran a mi enfermedad, que me impidió dedicarles el tiempo necesario para su correcto crecimiento...las vainas, secas y llenas de frutillos, me muestran el pequeño tesoro que guardan...
Y ayer las cociné, ya sin rechazo. Y me las comí, con el mismo gusto que la primera vez.

2 comentarios:

Candela. dijo...

Robín, tremendo susto cuando el dolor ... pensando que eran las fabes!!!
Ahora a degustar sabores que se agradece. Saludos

Robin dijo...

Ay sí, yo pensando que eran gases y es que estaban comiéndome las bacterias por dentro...¡qué mal!