La naturaleza es maestra y una de las lecciones que - a poco que seamos observadores - aprenderemos con prontitud es que, para sobrevivir, hay que ser un especialista en la simulación.
Nada es lo que parece: moscas que se asemejan a abejas, abejas con apariencia de avispones, flores que imitan a hembras de insectos para atraer a machos polinizadores, lagartos sin patas para emular a serpientes...no debemos extrañarnos de que haya prendas humanoides que ostenten titulaciones académicas que no merecen o peregrinos a Santiago que esconden aviesas intenciones o reyes de España que en verdad son Reinonas de la Noche.
Este sírfido parece una abeja pero no lo es: Eristalis sp. vuela sobre las flores sin temer nuestro acercamiento. Aunque determinamos el género con facilidad, la especie es tema para expertos: apenas unos detalles sutiles distinguen a una de otra. Una vez más, las Umbelíferas son el campo de acción de estos bellísimos insectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario