Es difícil observar reptiles puesto que su capacidad de mimetizarse con el entorno es proverbial. En mi caso los oigo antes de verlos, lo cual supone que ya están en movimiento huyendo de mi presencia. Por eso es de gran valor para mí esta fotografía conseguida con ciertas fatiguitas. La lagartija colilarga
Psammodromus algirus -un Lacértido- ha tenido la bondad de permitir cierta aproximación mirándome de costado. Cinco segundos y adiós. Queda así constancia de que habita en esta zona sisquellana.
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| Así está mejor... |
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