¡Dime tú, oh amante de las flores, si alguna vez no has clamado al cielo llevándote las manos a la cabeza cuando has visto que las puntas de las inflorescencias o las verdes y turgentes hojas de tus más bellas plantas han sido retorcidas torticeramente por un Tortrícido!
Tal es el caso: esta palomilla anaranjada que pertenece a esta familia entomológica ha enrollado las flores de una de nuestras albahacas. Los Tortrícidos esconden entre sus géneros algunos que son verdaderas plagas nefastas, pero éste no es el caso: una sola mariposilla no hace hecatombe. Que medre pues.
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