Garcia tiene un escudo parlante: una garça, una urraca.
Hemos ido a recorrer Garcia calle a calle.
Y ay...
Se está viniendo abajo el pueblo, antaño glorioso. Por las hechuras se ve que su origen está en lo alto de la loma, tan alto que para llegar a la cima tienes que emplearte a fondo. Seguro que es cierta la suposición de que el castillo debió estar aquí, pero no queda ni rastro: sólo una explanada en el altozano. Moro primero, templario después.
Un poco radicales sí son por estas Terres de l'Ebre. Arrancaron la fachada frontal de la iglesia vieja para encastarla en la nueva. 🗿
En verdad es un bello portalón. Podemos ver Flores Galanas en lo alto y curiosos muñequitos en el arco. Resultan muy simpáticos la urraca y el señor sonriente. Hay racimos de uva, lo cual indica lo importante que fue el cultivo de la viña en estas tierras.
Nos ha quedado una extraña sensación.
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