Suelen los prometidos regalar anillos con diamantes a sus futuras esposas. Pero...¿por qué? Pues hay una explicación para ello...
Resulta que desde la más remota antigüedad se conoce la capacidad de los diamantes para detectar la infidelidad, de manera que si un hombre coloca un anillo que lleve esta piedra preciosa engastada bajo la almohada de una mujer mientras ésta duerme, podrá saber si se entiende con otro: si la mujer se despierta angustiada y apartándose de la almohada, es signo evidente de infidelidad. Si por el contrario, la hembra sigue durmiendo apaciblemente, el hombre puede estar tranquilo: no está adornado por cornamenta alguna.
Lo que no dicen los libros es si al revés también funciona el asunto. Si el machito es de casco ligero y frecuenta otros yantares...¿qué pedrolo nos lo dirá?
7 comentarios:
La piedra de Luna.
No la conozco.
Vale, ya la he buscado. Qué linda...no la había visto nunca.
Me suena a hechizo...hechizo de amor. ¡Me gustan los minerales, tanto tanto...¡
Es la niebla de una noche de Luna que envuelve a poseedores y cercanos.
Cuidado con los licántropos.
Kein probleme, después de cenar la otra noche en un mas perdido y tener al lado de gente que caza jabalís a mordiscos...
www.dedosentrecruzados.blogspot.com
Tu amigo abre extraños caminos.
Ocultos, por eso...es buen chaval, ya te digo yo. Lo que no sé si linkarlo o no...Kingelfoberon y él son encantadores, no te dejes llevar por la primera impresión....jajjajaa¡¡¡¡¡¡
Publicar un comentario